Los microplásticos son partículas diminutas de plástico que contaminan nuestro planeta y que afectan gravemente a nuestro día a día.
Tienen un tamaño de entre 5 a 7 mm, por lo que son imperceptibles, lo que agrava más la situación, ya que muchas veces pasan desapercibidas y terminan en nuestro cuerpo.
Se pueden encontrar en gran cantidad de objetos y fuentes, como por ejemplo los empaques de plástico, los textiles o el material industrial. Hasta un 5% de todo el plástico termina en el océano y lo cierto es que gran cantidad de estos lo hacen en forma de microplásticos.
Se dividen en dos categorías, los microplásticos primarios y secundarios:
- Microplásticos primarios: Hace referencia a aquellos microplásticos que terminan en el medio natural en su forma original. Suelen ser microesferas y podemos encontrarlas en el desagüe. Por su tamaño tan excesivamente pequeño, no pueden ser detectadas en las depuradoras y terminan sin eliminarse. Algunos ejemplos son las pastas de dientes o los geles exfoliantes.
- Microplásticos secundarios: Son aquellos que nacen a través de la degradación de otros plásticos. Los podemos encontrar tras la fragmentación de productos sintéticos como prendas de ropa y alfombras.
Tanto los microplásticos primarios como los secundarios tienen un gran grado de toxicidad y afectan de manera negativa a nuestro cuerpo, ya que en su gran mayoría están formados por dos tipos de plástico; el polietileno (PE) y el polipropileno (PP).
En la siguiente imágen podemos observar dónde se encuentran estos plásticos, demostrando así la gran presencia que tienen en los productos y objetos que utilizamos en nuestro día a día.
Teniendo en cuenta el riesgo que suponen los microplásticos para nuestro planeta y cómo afectan a nuestra salud, debemos reducir el consumo de plástico y apostar por otro tipo de alternativas más respetuosas con el medio ambiente. En Hidrosalud cuidamos del planeta y de ti.